
La transformación energética de España ha entrado en una nueva etapa de desarrollo. Su característica principal es el crecimiento de las fuentes de energía renovables. Hoy en día, es común ver microcentrales solares en los tejados de viviendas, en las sedes de empresas e incluso, a mayor escala, en terrenos sin uso, praderas o cuerpos de agua. El uso seguro de estas instalaciones es posible cuando se cumplen dos factores clave: la instalación conforme a las normas del sector y el uso de materiales certificados. En este artículo, abordamos estos aspectos.
Evaluación de los riesgos en instalaciones fotovoltaicas
Un paso esencial para garantizar la seguridad en las instalaciones de paneles solares es la identificación de los riesgos potenciales. En esta etapa, tanto el instalador como el inversor deben considerar diversas fuentes de riesgo y estrategias para minimizar sus efectos. Es especialmente importante prestar atención a aspectos como:
- Incendios: los sistemas fotovoltaicos suelen instalarse en tejados de edificios, lo que genera un riesgo de incendio.
- Certificación de los equipos: ¿cómo distinguir materiales seguros de aquellos que representan un riesgo para toda la instalación? La clave está en los certificados.
- Electricidad: las instalaciones fotovoltaicas generan electricidad, lo que conlleva riesgos de electrocución, inducción y sobretensiones.
- Elementos estructurales: el peso del equipo fotovoltaico puede afectar la estructura del edificio, especialmente su tejado.
Incendios en instalaciones fotovoltaicas
¿Puede una instalación fotovoltaica causar un incendio? Sí, si no está correctamente diseñada y montada. Entre las situaciones más comunes que pueden provocar incendios se incluyen:
- Factores meteorológicos (tormentas eléctricas).
- Errores en la instalación (especialmente en conectores, cables y empalmes rápidos).
- Fallos en equipos sin ventilación adecuada.
- Diseños inadecuados (selección incorrecta del calibre de los conductores).
- Falta de mantenimiento periódico.
El diseño de una instalación fotovoltaica debe cumplir con una serie de normativas en España, incluyendo la UNE-EN 62852:2016, UNE-EN 61439-2:2012 y UNE-EN 50565-1:2015. La instalación debe ser realizada por técnicos cualificados y certificados. Además, es importante seguir las recomendaciones recogidas en el documento «Recomendaciones de mejores prácticas para la sostenibilidad ambiental de las instalaciones fotovoltaicas» de UNEF, que incluyen:
- Montar los paneles teniendo en cuenta la estructura del edificio y las medidas contra incendios.
- Usar conectores rápidos del mismo tipo y fabricante para conexiones en corriente continua (DC).
- Minimizar el número de conexiones DC.
- Utilizar canalizaciones metálicas para los cables, evitando bordes afilados.
- Etiquetar correctamente los elementos de la instalación conforme a la norma UNE-EN 60364-7-712.
- Señalizar las rutas de los cables.
- Colocar un extintor de polvo cerca del inversor.
La calidad de los materiales adquiridos también influye en la seguridad contra incendios.
Certificación de equipos fotovoltaicos
La elección de los materiales debe realizarse con el máximo rigor. En particular, hay que prestar atención a las certificaciones de los módulos fotovoltaicos. Estos equipos deben cumplir con la Directiva LVD 2014/35/UE y con diversas normas armonizadas y no armonizadas, como:
- EN IEC 61730-1
- EN IEC 61730-2
- EN IEC 61215-1:2021
- UNE-EN IEC 61215:2017
Desde el punto de vista de la seguridad contra incendios, es crucial la resistencia a los choques térmicos y la humedad, evaluada mediante pruebas como Thermal Cycling (TC) y Damp Heat (DH). Estudios como los de PVEL destacan la calidad en este aspecto de marcas como LONGI, Jinko Tiger, Trina Solar, Ja Solar, Canadian Solar y Q-Cells, disponibles en distribuidores especializados. Además, al elegir módulos fotovoltaicos, conviene verificar certificaciones en:
- Resistencia a PID.
- Resistencia a microfisuras.
- Resistencia a niebla salina, amoníaco, arena y polvo (IEC 61701, IEC 62716, IEC 60068).
Otras certificaciones clave para componentes de la instalación incluyen:
- Certificado NC RfG: confirma el cumplimiento de los requisitos para la conexión de inversores a la red eléctrica.
- Norma EN 50618:2015-03: cables y conductores eléctricos para sistemas fotovoltaicos.
Seguridad eléctrica
Toda intervención en equipos y redes eléctricas implica riesgos de electrocución, sobretensiones, sobrecargas y cortocircuitos. Para minimizar estos riesgos, las instalaciones fotovoltaicas deben contar con sistemas de protección adecuados, como:
- Fusibles de nivel I y II para desconectar los módulos en caso de cortocircuito.
- Interruptores de corriente continua (DC) para proteger los cables y otros elementos.
- Sistemas de puesta a tierra para evitar descargas eléctricas.
- Sistemas de protección contra rayos.
- Limitadores de sobretensiones para evitar daños por picos de tensión.
Elementos estructurales
Las normativas europeas en materia de construcción no son lo suficientemente detalladas para garantizar plenamente la seguridad estructural de los edificios con instalaciones fotovoltaicas. En España, no se exige un informe técnico del tejado para verificar la resistencia a la carga adicional. Sin embargo, un estudio de este tipo debe considerar las normativas sobre:
- Principios básicos de diseño estructural.
- Cargas de nieve.
- Cargas de viento.
- Construcción en hormigón armado.
- Construcción en acero.
- Construcción en madera.
La evaluación de la resistencia del tejado no solo depende del peso de los módulos fotovoltaicos, sino también de factores como la nieve, el viento, la estructura de soporte y los contrapesos. Realizar un informe técnico garantiza que la instalación fotovoltaica no comprometa la estabilidad del edificio.
Mediciones y mantenimiento
Tras la instalación, se deben realizar pruebas de funcionamiento según la norma IEC 60364-6:2016-07. Estas pruebas incluyen:
- Verificación de la polaridad.
- Medición de la continuidad de los conductores.
- Medición de la resistencia de aislamiento en AC y DC.
- Medición de la resistencia de puesta a tierra.
- Medición de la impedancia de lazo de cortocircuito y la eficacia de la protección contra descargas eléctricas.
- Medición de tensiones y corrientes en las cadenas de módulos.
Opcionalmente, pueden realizarse pruebas con cámara termográfica para verificar el correcto funcionamiento de la instalación.
El mantenimiento también es crucial para la seguridad. El instalador debe proporcionar documentación detallada y manuales de uso que incluyan instrucciones sobre conservación y mantenimiento preventivo.